EL JALÓN DE PELOS Y LOS TREINTA SOLES
Mientras repartía caramelos, le jalaron los pelos a Dina Boluarte. Y la derecha y los corruptos se rasgaron las vestiduras. Y ella también rasgó sus trapos manchados por la sangre de más de 70 asesinados durante su malhadado y aborrecido mandato.
Les importa más un merecido jalón de cerdas que todos los asesinados. También debieron jalarle la nariz por cínica y mentirosa, y escupirle por sus ofensivas palabras a los familiares de las víctimas. Todo es poco.
Y lanzarle los 30 soles mensuales de aumento a los cesantes y jubilados de la ley 20530, que son como las treinta monedas por las que vendieron a Cristo; porque los políticos, los economistas y los torcidos tecnócratas neoliberales, tal como Judas, han vendido la dignidad y se han mofado grotescamente de quienes dieron su vida al servicio del Estado y del pueblo.
Judas, el Traidor, tuvo el gesto desesperado y último de ahorcarse por su infame felonía. No pedimos que la traidora y traicionera Dina se ahorque (nadie lo lamentaría), sino que, por lo menos, se vaya de una vez y toque las puertas de la cárcel para que sus tenebrosos huesos y su torcida pelambrera se oscurezcan definitivamente.
Gustavo Benites Jara